El abordaje temprano del lupus es fundamental ya que, a largo plazo y sin una detección precoz, el lupus puede llegar a causar daño orgánico, afectando a cualquier órgano, incluidos los riñones, lo que se conoce como nefritis lúpica, una de las manifestaciones más comunes y de mayor gravedad en los pacientes con LES.
Según los resultados de un reciente estudio realizado a nivel mundial, casi dos tercios (62%) de los médicos especialistas encuestados en España indicaron que la pandemia de COVID-19 y otros factores impidieron que algunas personas con lupus eritematoso sistémico (LES) recibieran una atención óptima en los últimos dos años, lo que aumentó el riesgo de sufrir daño orgánico.