El Hospital San Agustín de Avilés se ha convertido en el primer centro de Asturias en contar con una consulta de reumatología infantil, mejorando la calidad de la atención de los niños con enfermedades reumatológicas. En la actualidad realiza un seguimiento de 15 pacientes, con una edad media entre los 9 y los 10 años. El más pequeño cuenta con 3 años y los mayores se encuentran en la adolescencia, entre los 16 y los 17 años. De los 15 pacientes atendidos uno es de Oviedo y el resto reside en el Área Sanitaria III.

«La reumatología infantil se encuentra infradiagnosticada, posiblemente existan más casos en el Área Sanitaria III», comenta la pediatra Mireia Arroyo, que junto con la reumatóloga Beatriz Arca son las responsables del proyecto que se inició en 2012.

Pediatra y fisioterapeuta, Mireia Arroyo explica cómo la atención de estas enfermedades «siempre me atrajo; cuando Beatriz [Arca] me planteó el tema me pareció una idea muy buena para mejorar la atención a los niños, más aún cuando en Pediatría no se reconocen las subespecialidades».

Por su parte, Beatriz Arca desvela cómo durante su formación siempre tuvo la inquietud por una atención específica para los menores con estas enfermedades. «En centros como el Hospital Infantil La Fe de Valencia cuentan con una consulta especializada, así que una vez que logré la plaza en el Hospital San Agustín impulsé el proyecto», comenta.

El primer lunes de mes

La consulta se realiza el primer lunes de cada mes. Ese día, todos los pacientes son tratados con el sistema denominado «de alta resolución». Es decir, si necesitan algún tipo de prueba específica se realiza en la misma jornada, evitando repetir visitas al centro y agilizando el diagnóstico.

Para ello ha sido necesario un trabajo previo de coordinación con otros servicios y que realizaron ambas profesionales. «En la consulta de Reumatología Infantil no sólo estamos nosotros, también existe una coordinación con Rehabilitación, Oftalmología y los pediatras de Atención Primaria», señalan ambas.

«Cuando la consulta se puso en marcha, se remitió una circular a los pediatras de Atención Primaria para explicarles el funcionamiento. Los niños llegan derivados bien desde Pediatría del Hospital, Reumatología y la propia Primaria», comentan las dos facultativas.

También se ajustaron las agendas de ambas profesionales para que las dos trabajen juntas en la consulta. Beatriz Arca asume el peso de todo lo relativo a a la enfermedad reumatológica. La presencia de Mireia Arroyo aporta los conocimientos necesarios en todos los aspectos relacionados con la pediatría, por ejemplo las dosis de los medicamentos. También influye que los tratamientos contra las dolencias reumáticas condicionan el abordaje de otras enfermedades que pueda sufrir el menor.

«Para mí, como reumatóloga, es muy importante contar con una pediatra en la consulta para establecer los tratamientos que se deben aplicar», comenta la doctora Arca. Por su parte, la doctora Arroyo afirma que «la Reumatología es un campo muy grande para un pediatra general como soy yo; es muy gratificante contar con este equipo de trabajo».

La doctora Arroyo recuerda que, como enfermedad crónica, las enfermedades reumatológicas «son muy invalidantes tanto para la familia como para el niño. En este sentido, es muy importante destacar el carácter multidisciplinar del equipo, que ha implicado a Rehabilitación, para tratamientos del menor, y Oftalmología. «Las enfermedades reumatológicas no suelen tener cura; es necesario un tratamiento durante toda la vida. Por eso, el diagnóstico precoz es muy importante para mejorar la calidad de vida del niño», asevera la doctora Arca.

Alta resolución

El trabajo de la consulta se ha organizado bajo el mecanismo de «alta resolución». Así, cuando acuden a su cita mensual todo se encuentra organizado para que no deban regresar para pruebas. Sucede, por ejemplo, con Oftalmología. «En algunas enfermedades es necesario hacer un seguimiento específico, pues pueden causar problemas en la vista. En esos casos, los niños van en el día de la consulta a Oftalmología, se les realizan las pruebas y recibimos los resultados», destacan ambas.

Lógicamente, toda esta suma de esfuerzos cuenta con un beneficiario: los niños y sus familias. Desde el inicio del proyecto, en septiembre de 2012, la experiencia no ha podido ser más que satisfactoria. «La respuesta de las familias es muy buena, se establece una relación personal con los padres. Para ellos es una tranquilidad que, ante una Urgencia, tienen un teléfono donde consultar y en ese día, o al siguiente, pueden ir a la consulta», aseveran las dos facultativas.

En la actualidad lleva 15 casos de niños de carácter crónico. El número de pacientes tratados en este tiempo es ligeramente superior, ya que hubo casos que, finalmente, no eran enfermedad reumatológica. También hubo algún niño que recibió el alta. Confían en que en los próximos meses se incremente el número de casos al asumir pacientes que son seguidos fuera de Asturias. «Depende de las familias. Por nuestra parte, no existe ningún problema, tan sólo habría que contactar con el equipo que lo lleva para recibir el historial y que exista una continuidad en la asistencia», afirman las dos profesionales. La dolencia más frecuente es la artritis idiopática juvenil. De hecho, de los 15 enfermos que se tratan, 8 tienen este diagnóstico.

Con la consulta trabajando ya de forma óptima, el equipo ya se fija nuevos retos, como profundizar la relación con los centros educativos. «Los colegios pueden ser un lugar donde los profesores detecten los síntomas de la enfermedad. Además, los niños con enfermedades reumatológicas necesitan atenciones específicas. Igual no puede escribir a la misma velocidad que los otros; en Educación Física deberían hacer ejercicios que no les provoquen dolor», comentan como ejemplo de una relación que ya existe y que se quiere mejorar.

Fuente: El Comercio