El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) es uno de los once centros españoles que cuentan con el sello de excelencia que otorga la Sociedad Española de Reumatología, el único de todo el norte de España, y lo ha recibido por su forma de afrontar esa enfermedad, altamente incapacitante y que en Asturias afecta a más de cinco mil personas. El HUCA ha creado una consulta de diagnóstico precoz de la artritis reumatoide, que dirige Mercedes Alperi. Trabaja en estrecha colaboración con los centros de salud y ha agilizado la atención de tal modo que desde que los pacientes advierten los primeros síntomas hasta que son diagnosticados y reciben su tratamiento no pasan más de seis meses.

Ningún hospital español mejora ese dato, según Alperi, que es equiparable a la media europea y en algunos casos los enfermos son recibidos en la consulta en cuestión de días. “Antes podían tardar dieciocho meses”, reconoció el jefe de Reumatología del HUCA, Javier Ballina. Explicó que la artritis reumatoide “es la enfermedad más importante que tratamos los reumatólogos”, “inflama las articulaciones y produce dolor” y añadió que con el tiempo puede postrar a quien la padece. “Es una enfermedad autoinmune, puede afectar a los órganos internos y produce arteriosclerosis, que favorece los infartos y los accidentes cerebrales”, señaló. Dejó bien claro que es una enfermedad “crónica y, si no se trata, progresiva”.

Veinte años atrás, la mitad de los enfermos con ese diagnóstico acababan jubilándose por invalidez en menos de una década. En la actualidad, los tratamientos, sobre todo si se aplican cuanto antes, pueden lograr la remisión de la artritis reumatoide, evitando los dolores y la inflamación que produce y su avance.

En la aparición de la artritis reumatoide influyen factores genéticos, que a día de hoy no son modificables, según explicó Ballina, pero también son determinantes los externos, y uno de los más importantes es el tabaco. “Fumar produce artritis reumatoide”, afirmó el reumatólogo. También es recomendable evitar la obesidad y realizar ejercicio físico. La enfermedad no distingue edades, es más frecuente a partir de los cuarenta años pero también hay niños afectados.

En la consulta de diagnóstico precoz Mercedes Alperi hace un estrecho seguimiento de cada paciente, semana a semana, modula y cambia sus tratamientos. Ataja también los efectos psicológicos de la enfermedad, que merma de tal modo la calidad de vida de los enfermos que muchos llegan con síntomas de depresión.

El director de Asistencia Sanitaria del HUCA, José Fernández, acompañó a los reumatólogos en la presentación del sello de excelencia obtenido por el servicio y constató “una estabilización y normalización de la actividad del HUCA después de los dos primeros años del traslado”.

 

Fuente: Elena Fernández Pello – LNE