A partir de los 30 años de edad, los huesos del cuerpo humano alcanzan su máxima densidad ósea, momento a partir del cual, la pérdida de hueso supera la formación de hueso nuevo, dando así origen a un deterioro que supone la pérdida de densidad en los mismos. Este es un gran problema para el día a día, lo que implica la necesidad de adoptar nuevos hábitos alimenticios y en el propio estilo de vida para poder afrontar esta situación de la mejor manera posible. Seguir leyendo