Los factores genéticos, hormonales y algunos ambientales son determinantes en el riesgo de desarrollar lupus eritematoso sistémico. Su comprensión resulta crucial para el manejo clínico y la prevención, según se ha puesto de relieve en el XVII Curso SER de lupus eritematoso sistémico y síndrome antifosfolipídico, organizado por la Sociedad Española de Reumatología (SER) y realizado en colaboración con GSK. Seguir leyendo.