El retraso diagnóstico en las espondiloartritis se sitúa aproximadamente entre 5 y 8 años desde la aparición de los primeros síntomas hasta el diagnóstico definitivo, ha señalado el doctor Manuel J. Moreno, del Servicio de Reumatología del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, quien advierte de que “cada año de demora en el diagnóstico aumenta el riesgo de daño estructural irreversible y empeora el pronóstico funcional a largo plazo”. Seguir leyendo.